TULA, LA LITERATURA JOVEN
Con la mano en la cintura podemos decir que las letras del Flaco Tula van como piña dentro de la Literatura joven. Por su contextura física, por su arquitectura dinámica, jugada y desafiante, por su colorido, porque su vitalidad nada como una piraña ágil en el río correntoso de la literatura en castellano. El estilo y la ejecutoria artística de su laburo tienen reflejos, se mueve y nos moviliza como toda artística compleja.
Tula escribe muy bien. Eso es importante decirlo así como suena. El olfato y la cintura de su oficio de escritor inquieto hace que sus lectores entremos como caballos en los terrenos que a él se le antojaron. Con cada lectura pisamos el palito cada dos por tres y eso nos encanta a quienes tuvimos la oportunidad de leerlo (se aplicará sin dudas a quienes están por leerlo). Tal vez por ese encantamiento intenso es que leer su obra es como salir con lo puesto a dar una vuelta a cualquier hora y tarde o temprano terminamos invitando a otros a esa gira vivificadora. Luis Rubén Tula dejó este plano hace unos días. Hasta el último momento no dejó de escribir ni de tramar la juventud de la que estaba hecho su trabajo. Esa estupenda habilidad de insuflar agite, aguante, frescura e inteligencia al lenguaje es lo que nos apura a destacar su juventud. Y así va a seguir mientras podamos leerlo y releerlo. Tula será siempre un maestro de la narrativa y de la poesía formoseña que existe en la Argentina, sin las ataduras ni el acorbatamiento del prestigio, sin el viejechotismo y la pereza de la consagración artística. Singular, atrevido y técnicamente impecable habiéndose metido con lo que se le cantó sin rendirle cuentas a nadie, por su enorme sensibilidad; aguda y ácida, por moverse sin permiso levantando la polvareda de los temas comunes haciendo extraordinario lo cotidiano vamos a seguir buscando y compartiendo los textos del Flaco Tula; tan generoso que nos convida el doble de lo mejor que esperamos de él.
Gracias Maestro por rompernos la pera, por confiar en los lectores y por quemarnos el bocho y el corazón.
Publicado en Cronopio.Dic 2019)
(Foto. Suplemento Cronopio. Diario La Mañana)



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